Como ya informábamos en esta noticia, la Fundación cesó su actividad por imposibilidad de dar cumplimiento a sus fines debido a la falta de liquidez económica. A partir del curso 2023-2024 se hace efectiva su extinción. El Patronato acordó destinar el capital resultante a la construcción de un pabellón deportivo cubierto que deberá denominarse «Pabellón Don Alberto Etchegoyen y Tejada», en honor a su memoria y legado. Estos términos fueron aprobados por el Protectorado y las distintas entidades administrativas dieron su visto bueno, tal y como se refleja en la ratificación de la extinción.
Deseamos ver pronto materializado el proyecto de un pabellón deportivo para el centro del cual se beneficie todo nuestro alumnado. Dependemos, no solo del capital que nos dejó Don Alberto, sino de la voluntad de las administraciones (local y regional). Esperamos que todos los implicados sepan estar a la altura de esta oportunidad.
Don Alberto Etchegoyen y Tejada, nacido en Santo Domingo de la Calzada y emigrante en México, administró hábilmente su capital. A lo largo de los años hizo fortuna e invirtió en numerosas compañías y empresas, tanto en España como en el extranjero. Al final de su vida dejó parte de su herencia para las Escuelas. En su testamento dejó encargada la creación de una Fundación que gestionaría su legado y que debería tener como objetivo favorecer al alumnado del centro, incentivando el esfuerzo académico.
El Patronato:
Los últimos estatutos de la Fundación establecieron que los patronos encargados de gestionar la fundación serían siete:
- El director o directora del centro, quien preside el Consejo Escolar.
- Representante del Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada.
- Representante de docentes del Consejo Escolar.
- Representante de madres y padres del Consejo Escolar.
- Juez/a de Paz de Santo Domingo de la Calzada.
- Antiguo premio Etchegoyen.
- Representante de la Consejería de Educación: inspector/a de educación.
Los premios:
Los últimos estatutos establecían como uno de los fines de la Fundación:
«Repartir todos los años seis premios para aquellos alumnos y alumnas que hayan terminado en el Centro, con mayor brillantez, aprovechamiento y buen comportamiento, los estudios de Educación Primaria.»
En los primeros años de la Fundación los premios llevaban aparejada una dotación económica de hasta 500 pesetas. Más recientemente llegó un momento en que no era posible entregar dinero junto al galardón. El premio consistía en un diploma, el reconocimiento de la Fundación y un detalle para el recuerdo.
En otros tiempos se realizaban exámenes a final de la etapa educativa para determinar quién recibiría los premios. En épocas posteriores se realizaba una selección de los mejores expedientes y la comparativa daba como resultado el galardón a los más brillantes.
En los últimos años, gracias a la informatización de los expedientes académicos, el fallo de los premios ha sido más fácil. El historial académico de cada alumno, informatizado en Racima, recoge las calificaciones obtenidas en todas las áreas a lo largo de la Etapa de Primaria (desde 1º a 6º). Con todas esas calificaciones, el sistema ofrece la nota media con la que cada alumno ha superado la Educación Primaria. Es esta nota media la que determinaría, en términos matemáticos, los mejores expedientes académicos de cada 6º, los cuales eran elegidos como Premio Etchegoyen y ratificados por el Patronato anualmente.
Los premios fueron el evento más visible de los realizados por la Fundación, pero los fines de esta entidad no se limitaban simplemente a esos premios. Entre sus objetivos y razón de existir también estaba establecido que la Fundación debía organizar anualmente actividades para todo el alumnado tendentes a elevar el nivel formativo y relacionadas con el deporte, la cultura, etc. Otro de los fines establecidos fue la adquisición de material didáctico para los distintos departamentos o áreas y fondos para la biblioteca escolar. Además, uno de los fines más importantes fue el de adquirir libros y materiales para alumnos cuyas familias no dispusieran de medios económicos suficientes.
A lo largo de los años, la mayoría de estas funciones fueron cubiertas de oficio por la Administración: becas de libros, dotación suficiente de material didáctico para los departamentos, partidas para ampliación de los fondos de la biblioteca escolar, becas para la adquisición de libros y el plan de gratuidad de los mismos a partir de 3º de Primaria.